¡bienvenido a only for padel!

Hablar de pádel clásico es hablar prácticamente de los orígenes de este deporte. El pádel evoluciona rápidamente así como la tecnología implementada en las infraestructuras, materiales y técnica de los jugadores. Esto hace que, por ejemplo, los mismos golpes se usen con finalidades distintas. La tecnología y el auge de la investigación hacen que las marcas desarrollen soluciones distintas ante una misma problemática. Así, la propia pala ha pasado de ser más pequeña a ser mucho más grande, con un grosor mayor y mayor índice tecnológico. Este “pequeño” cambio hace que el juego cambie, inevitablemente. Esto pasa con la pala, con las zapatillas, con el terreno de juego (ya no hay reja de gallinero, tampoco hay pared lateral de dos metros sino que ahora es de tres metros en las pistas del circuito WPT.

El pádel clásico es un juego de posición, es un juego de regularidad que se practica aún en día a nivel profesional en jugadores como Di Nenno, Maxi Grabiel, Sanyo Gutiérrez, Cristián Gutiérrez o Matías Díaz. Destaca en una gran capacidad técnica y en la regularidad. El pádel clásico es un pádel más lento, de mayor visión de juego, de atacar a los espacios y reducir el grado de incertidumbre. No es un pádel aburrido, al contrario, es un pádel agradable de ver pues sus puntos suelen ser largos y dinámicos.

Como técnicos, debemos hacer hincapié en esta vertiente pues lo más destacado de estas últimas temporadas son los golpes “imposibles”: remates en suspensión por tres metros, salidas de pista, etc. No olvidemos que para que todos estos golpes aparezcan, el trabajo silencioso del jugador de derecha debe estar presente tanto a nivel de impactos al espacio libre como en la comunicación de las posiciones de los rivales.