Como entrenador, muchas veces valoramos la progresión de los alumnos en función de los resultados en torneos, competiciones, etc. Muchas veces es un criterio muy estricto: o ganas o pierdes y dejamos de lado un sinfín de variables.
A menudo, esas variables son la parte más importante para valorar los resultados obtenidos por nuestros alumnos. Aquí te van unos consejos para saber qué haces bien y qué haces mal.
EL PUNTO DE PARTIDA... CONOCER LOS OBJETIVOS
Como buenos monitores, debemos saber cuál es la motivación de nuestros alumnos de cara a practicar nuestro deporte. Habrá quiénes quieran tomarlo como un deporte recreativo, otros que quieran competir, otros que quieran socializar, etc. Si sabemos identificar esto, tendremos mucho trabajo adelantado.
Desde entonces, podemos plantear nuestro trabajo en función de la realidad de los grupos o las clases particulares. La motivación es clave para que nuestras sesiones sean lo más completas y productivas posibles. Además de todo eso, debemos ayudarles para que formulen sus propios criterios a la hora de hacer autocrítica. Esta es la base para la progresión. Si creo que hago todo bien, no estoy en el lugar adecuado.
HABLEMOS DE LOS TIPOS DE TORNEOS
TORNEOS PRIVADOS
Los torneos privados suelen ser de inscripción abierta donde el jugador elige en qué categoría desea jugar. Aquí viene el problema: el criterio no siempre es el mismo para todos los que se apuntan. Algunos se apuntan en categorías inferiores para ganar el premio, otros se apuntan en "principiante" toda la vida, otros realmente son principiantes, etc.
Estas competiciones suelen ser más sociales, hay partidos que son "algo más que pachangas" porque la gente se lo toma mucho más en serio.
Estos torneos suelen ser más abiertos para que la gente juegue, pase un buen rato jugando al pádel y compita.
Estos torneos depende de la categoría, de la modalidad de juego, de la sede y de los puntos del ranking que tengamos (si es que tenemos). Normalmente habrá un capitán que designe las parejas en función de los objetivos que se tengan, de las características de los jugadores y de la suma de los puntos.
Los torneos por equipos ayudan mucho a generar "sentimiento de club" porque se agrupan jugadores que en un torneo privado o en un federado no veremos.
Es una buena opción para probar parejas y pasar un buen rato. Y si ganamos el torneo, ¡mejor!
Los federados son aquellos torneos con mayor grado de seriedad pues las parejas compiten con la finalidad de ganar. En estos torneos "no hay amigos" en la pista.
Además, el jugador se debe adaptar a la competición, es decir, los jugadores juegan en el horario que manda la organización. Además, los partidos ganados suman puntos para el ranking y de esa forma se establece una jerarquía. Es decir, si no tengo puntos suficientes, no puedo entrar en una categoría X por mucho que quiera. Hace falta empezar desde una categoría inferior.
A partir de aquí, hay una serie de torneos con mayor número de puntos en juego y premios a repartir: dinero, puntos, regalos, etc.
¿CÓMO VALORAR LOS RESULTADOS?
Para empezar, el argumento "me han ganado los que al final quedaron campeones" no vale. Es la excusa barata para no querer analizar un partido de manera seria. Si queremos sacar conclusiones debemos ver cómo hemos jugado los puntos importantes, cómo gestionamos nuestras emociones, si hemos ido realmente a por el punto, si hemos tenido suficiente comunicación, si hemos seguido nuestra estrategia, etc., etc.
Cuando nos apuntamos a un torneo, debemos saber dónde estamos o dónde comenzamos, o sea, si es mi primer torneo, si aún estoy bajo de forma, si ya llevo compitiendo con regularidad, etc. Esto es clave para establecer un objetivo: ir teniendo ritmo, conocer a mi compañero, llegar (por ejemplo) hasta cuartos de final, hacer final, o ganar e torneo. Si sabemos cuál es nuestra situación actual, podremos establecer un objetivo claro.
" Debes entrenar cada día porque siempre hay algo que necesites mejorar" Roger Federer