Fiscalidad y monitores de pádel

¿Es compatible el trabajo de monitor con la fiscalidad? ¿Por qué me han descontado un porcentaje de IRPF distinto? ¿Por qué tengo que a la Seguridad Social? Veremos todas las implicaciones fiscales que existen dentro de esta profesión.

La mayoría de monitores empezamos dando clases sin tener mucha idea de fiscalidad. Nos gusta el pádel y si encima nos pagan por ello, genial, ¿verdad?
Pero, cuando recibimos nuestro sueldo, vemos que extrañamente "desaparece" una cantidad. Es normal mosquearse. Me dijeron que me pagarían 10€ la hora y estoy recibiendo 8€, ¿qué ha pasado con esos 2€? Ojo, tu jefe no tiene la culpa. Veremos por qué.

La tributación fiscal en el mundo laboral. una pequeña introducción al pago de impuestos:

La historia suele ser la misma en la mayoría de casos. En el instituto no se enseña nada sobre fiscalidad. Muchas personas se arrojan al mundo laboral sin tener nociones de los que es la tributación y el pago de impuestos. No sabemos interpretar una nómina, no sabemos sobre impuestos, ni mucho menos cómo se calculan. Luego nos sorprende ver que, de una cantidad que nosotros esperábamos cobrar en concepto de salario, obtenemos menos. Cobrar menos siempre mosquea. Y ahí es donde empezamos a culpabilizar. Si supiéramos cómo funciona el sistema confiscatorio de impuestos, no nos sorprendería tanto.
Para empezar,
no es negociable NO TENER UNA NÓMINA. Como en todo trabajo. Tu nómina es tu seguro para desarrollar tu actividad. Si tienes algún problema con algún cliente, accidente laboral o te pasa algo mientras acudes a trabajar, tendrás un seguro que te cubre todo esto. Si no tienes una nómina, con cualquier cosa que te pase no estás cubierto. Esto es lo importante y no lo que nos suelen decir: "así tienes dinero si te quedas en el paro", "así tienes dinero cuando te jubiles", etc. También nos suelen decir que sin una nómina no pagamos impuesto y esto es un fraude. Y ciertamente es un fraude, pero no para Hacienda, sino para el trabajador. Todo impuesto es coactivo, no es voluntario. Por algo se llaman "impuestos".

¿Por qué tenemos que pagar Un impuesto al trabajo?

Básicamente, el Estado siempre se lleva algún porcentaje de cada actividad económica. ¿Compras? Impuesto. ¿Vendes? Impuesto. ¿Heredas? Impuesto. ¿Cambias? Impuesto. ¿Te mueres? Impuesto. ¿Trabajas? Impuesto. Y así un largo etcétera. El discurso que se vende desde el Estado sobre la recaudación es siempre lo mismo: sanidad, educación, carreteras, infraestructuras, chiringuitos, etc. Muy bonito, pero no deja de ser algo "impuesto". Algo "impuesto" no es algo voluntario. Por eso el Estado quita de manera coactiva tu dinero.

Asumiendo todo esto, podemos hablar de
cuánto nos quita el Estado (o bueno, en un lenguaje más "buenista", cuánto aportamos a la convivencia general) por nuestro trabajo y al empresario por tener a un trabajador.

Ahora veremos conceptos como salario bruto, salario neto, deducciones, etc. Nos daremos cuenta cómo nuestro sueldo va bajando a medida que se aplican estos criterios.

Impuesto por trabajar: el irpf

El IRPF es el Impuesto sobre la Renta de las personas físicas. Es un impuesto porcentual, progresivo y directo (cuanto más ganas, más te quitan). No nos vamos a detener a explicarlo en detalle porque sobre este impuesto hay mucho detalle técnico y da para mucho. Pero, lo que sí podemos decir es que el IRPF va a hacer que tu salario neto a final de mes disminuya. Según lo que cobremos anualmente y según el criterio de la gestoría de la empresa (si tú no dices nada) te quitarán una cosa u otra. Ese dinero va a las arcas del Estado para que éste decida qué hacer con ese dinero arbitrariamente (ya sabes, según la conveniencia del partido en el Gobierno de turno).
Por ejemplo, imaginemos que cobramos 1000€ (para tener números cerrados) y en enero nos quitan un 3% de esos 1000€ iniciales, es decir, unos 30€ mensuales. Pero, para que a final de año nos salgan las cuentas y no tengamos que "devolver" a Hacienda en el ejercicio fiscal del año que viene (sí, otra vez), la gestoría nos decide subir el porcentaje de IRPF desde septiembre a diciembre del 3% al 15%. Por tanto, si hasta agosto me quitaban 30€, en septiembre ya me quitan 150€. Que ya es un buen dinero. 

Salario bruto y salario neto. ¿Qué cojones es esto?

Estos dos conceptos se entienden con un ejemplo. Algo bruto es algo sucio, algo que, para aprovecharlo hay que limpiarlo. Imagina que eres un minero y has encontrado un diamante. Ese diamante es un diamante "en bruto". Hay que tratarlo para que luego se pueda vender, ¿verdad? Pues ahora imagina que ese diamante es tu sueldo. Por eso, cuando tu jefe te diga que vas a cobrar X euros "en bruto" siempre vas a ver menos dinero en tu cuenta. Básicamente porque cada persona tiene implicaciones fiscales diferentes. Habrá trabajadores viudos, a cargo de personas con movilidad reducida, que tienen familia numerosa, que están casados, que están divorciados, etc. Dependiendo de la situación de cada uno se podrá obtener una cifra u otra. El empresario te explicará las bases de tu salario en términos "brutos" para homogeneizar la explicación. Pero ten claro, cuando te digan que "cobrarás 10€ la hora", seguramente acabarás cobrando menos. Esto no es culpa del empresario, ni mucho menos. Esto ocurre por el afán recaudatorio de Hacienda. Además, de esos 10€ que te pagan en bruto, a la empresa le cuestas 14€, esos 4€ también van a Hacienda. Ni el sueño del mejor ladrón.
En resumen, el
salario bruto es el dinero que ganas antes de impuestos y el salario neto es aquello que realmente recibes, vamos, lo que te ingresarán en la cuenta del banco.

¿Qué más nos quita (roba) hacienda por trabajar?

Además del IRPF, nuestro sueldo bruto se ve golpeado por otras deducciones. Aquí el pastel se reparte en varios trozos:

Contingencias comunes. Aportación a la Seguridad Social: se supone que este dinero te lo quitan para tu propia jubilación. Pero la realidad es que no lo es. El sistema español de pensiones te quita tu dinero para que un jubilado de ahora pueda recibir su pensión. No es que lo que te quiten ahora te lo darán cuando jubiles. Ojalá fuera tan bonito, pero no. De hecho, con las reformas de las pensiones, veremos si llegamos a cobrar algo decente en un futuro.

También te quitan por si acaso te quedas en el paro. Esta cantidad es una de las pocas que las generas tú y es para ti. ¡Ah! También te quitan para la Formación Profesional (estudiar una carrera, más un master no es suficiente, hombre).

Aportación a sindicatos, no vaya a ser que se queden sin comer los pobrecitos. Tienen que tener sus sueldos para luchar por los derechos laborales, convocar manifestaciones y tal...

Los impuestos son un robo. pero, según el gobierno, son necesarios.

El atraco en forma de impuestos no acaba solo con lo que se le quita al trabajador. La empresa también se ve afectada de este sistema recaudatorio. El porcentaje de aportación varía en función de lo que cobre el trabajador, en torno al 20 ó 25%. Ojo, eh. Luego hay otros conceptos que debe aportar la empresa (no vamos a extendernos). La cuestión es que, si la empresa te paga 1000€ brutos a un trabajador, ésta tiene que pagar en total unos 1400€ aproximadamente en total. Hacienda le quita al currante y al empresario. Todo ello con el discurso de la sanidad, las pensiones, las carreteras, la educación, etc. Vamos, los chiringuitos del Estado. Luego hay quienes dicen que los empresarios son los malos de la película. Como si tuviéramos las mejores carreteras, los mejores datos de nivel educativo, como si no tuviéramos que esperar meses para ver a un especialista o los mejores directores de cine...